El maridaje nos abre de par en par las puertas para un nuevo mundo de sensaciones gastronómicas. Lo primero es aclarar en qué consiste, qué hay detrás de esa palabra. Si recurrimos a la Real Academia Española, observamos que es la “unión, analogía o conformidad con que algunas cosas se enlazan o corresponden entre sí”. Pero, aparte de esa definición tan objetiva, queremos ir más allá, profundizar en ese mundo y descubrir qué nos ofrece el maridaje en materia de alimentación. El viaje merece la pena.
El concepto de maridaje culinario ha venido con fuerza en los últimos tiempos y lo ha hecho para quedarse. Con esa palabra entendemos la combinación ideal de dos alimentos, que pueden ser sólidos, pero también se suele aplicar a los líquidos, como es habitual en el caso de los distintos tipos de vinos. Cuando decimos que dos elementos maridan bien en la mesa, eso significa que las texturas, aromas y sabores de cada uno de ellos se potencian gracias a su unión. El máximo beneficiado es nuestro paladar.
Uno de los maridajes por excelencia, como decimos, es el de los vinos. Además de la regla básica de que los tintos suelen acompañar las carnes y los blancos el pescado, el grado de acidez, de alcohol, de azúcares o de taninos influye en cómo combinan con embutidos, guisos o postres. Pero ahora vamos a centrarnos en los maridajes entre alimentos que más alegrías son capaces de darnos. Hablamos de la irresistible unión entre las confituras de Bebé y otras delicias como quesos, foies, carnes, panes o incluso dulces.
Maridaje con Bebé: una nueva dimensión para tu paladar
Albaricoque, arándano, ciruela, ciruela, frambuesa, fresa, higo, melocotón y naranja amarga. Seguro que ya te sabes de memoria los sabores de nuestras confituras con nombre propio y hechas con mimo. Pero ahora vas a conocer cómo de bien maridan con otros de tus bocados favoritos. Por ejemplo, el queso. Prueba los frescos con la dulzura de la fresa, la frambuesa con uno cremoso como el camembert, alguno semicurado como, por ejemplo, un manchego suave con el higo o la confitura de arándano con el queso de cabra. Seguro que quieres repetir.
Tus platos principales de carne también subirán un nivel si a los de cordero, pato o caza le añades un poco de confitura de albaricoque, de arándanos o de higo. Nuestras confituras también maridan muy bien con los foies. Especialmente las de naranja amarga, higo o las de fresa y frambuesa. Pero aquí va otro consejo: prueba con ellos nuestra mermelada de cebolla confitada de Cocina de autor y te sorprenderá. Siguiendo con esa línea, nuestro pimiento confitado será un magnífico acompañante de tus ensaladas, tapas, tostadas o tortillas predilectas.
Para finalizar están los postres. Y nada mejor que algo que realce el atractivo que siempre tiene el dulce para terminar una buena comida o cena. La compota de manzana y el cabello de ángel de Bebé son estupendos para distintos tipos de pasteles, tartas, hojaldres o galletas con los que podrás demostrar que la repostería casera no tiene secretos para ti. Con Bebé, tu paladar entra en una nueva dimensión.