Las recetas caseras de toda la vida son uno de los secretos de la buena mesa. Puede que sea, también, un secreto a voces. Uno de esos que solemos decir que ya conocemos, algo que es de dominio público. Pero eso no es menos cierto que el hecho de que la vida moderna, con su ritmo vertiginoso y sus horas y minutos llenos de desafíos y tareas, haga cada vez más difícil que tengamos tiempo para dedicarnos en cuerpo y alma a la cocina.
Porque esa es una de las posibles definiciones de esas recetas de siempre: fórmulas mágicas que juntan el cuerpo, el alma y la sabiduría acumulada durante generaciones. La materia prima natural y de calidad, lo más cercana y fiel posible a su origen, es sin duda la base de la gastronomía tradicional que ha llenado nuestra vida de momentos inolvidables. Pero también, junto a esos ingredientes imbatibles, es necesaria una manera determinada de tratarlos y combinarlos. Y ese “algo”, para nosotros en Bebé, es algo tan importante que le hemos puesto nombre: mimo.
El mimo es la conjunción entre la calidad natural de lo bueno y el cuidado con el que tratamos esos alimentos en la cocina. Poner todo nuestro esmero y nuestro cariño en lo que hacemos es uno de los grandes compromisos que en Bebé tenemos contigo y con los tuyos. Y a conseguirlo nos ayuda mucho encontrar una inspiración. Una que está ligada a la cocina tradicional y que nosotros hallamos concretamente en las recetas caseras de siempre.
En Bebé nos inspiramos en la cocina de siempre, en las recetas caseras de toda la vida
Donde habita la sencillez de aquello hecho con mimo, allí es donde mejor se cocina. Mediante ese proceso, y siempre de la mano del cariño, conseguimos todos esos productos que son capaces de despertar emociones en tus cinco sentidos. Sus texturas, olores, por supuesto sabores, pero también incluso formas y el sonido de la cocina mientras se preparan, forman parte del sello de calidad que queremos brindarte siempre. Lo nuestro es la pasión por lo que hacemos, y queremos que esta pasión se note en tu casa.
Porque en la mesa junto a nuestra familia y amigos compartimos mucho más que el acto de comer. Es parte de nuestro carácter, forjado con la riqueza de la diversidad de nuestra materia prima. Si cada reunión es un acontecimiento, Bebé tiene que estar a la altura. Con esa intención nacen nuestras confituras. Albaricoques, arándanos, ciruelas, frambuesas, fresas, higos, melocotones y naranjas amargas, ingredientes de la mejor calidad a los que las recetas caseras de toda la vida convierten en toda una fiesta para el paladar.
Esa forma auténtica de hacer las cosas, dedicando a cada producto el tiempo y cariño, es decir, el mimo que merece, es también el principio que inspira nuestros untables de ciruela-kiwi, fresa, melocotón y piña sin azúcares añadidos y sin edulcorantes. Y nuestra línea de cocina de autor, donde la elegancia no está en absoluto reñida con esas recetas de toda la vida: cabello de ángel, compota de manzana, cebolla confitada y pimiento del piquillo confitado para chuparse los dedos de la manera que se ha hecho siempre. Con la imperfecta perfección de lo natural.