Slow life: el nuevo concepto que te ayudará a vivir bien

Slow life: el nuevo concepto que te ayudará a vivir bien

Slow life. Dos sencillas palabras tras las que se esconde quizá un mundo nuevo por descubrir. No se trata de ningún rebuscado neologismo en inglés, de esos que muchas veces están vacíos y no tienen una traducción demasiado concreta, de esos que además son flor de un día y tardan lo mismo en aparecer que en ser olvidados. Al contrario, cuando hablamos de slow life las cosas ya están claras desde el primer momento. En efecto, slow life significa ni más ni menos que “vida lenta”. Pausada, cuidada, atenta a los detalles.

Lo mejor de todo es que tiene una fácil aplicación a nuestras vidas. Básicamente, de lo que se trata es de que desaceleremos el ritmo vertiginoso del mundo moderno. Ese que tanto nos exige y que, a veces, nos hace perder la perspectiva de las cosas importantes en la vida. Aspectos tan fundamentales como cuidar de los nuestros o incluso de nosotros mismos, y esa sensación de falta de tiempo que es tan compartida hoy en día. Para ello es especialmente aconsejable focalizar en el presente, en lo que estamos viviendo aquí y ahora.

Uno de los objetivos del slow life es lograr el equilibrio entre nuestra mente y nuestro cuerpo. Por ejemplo, seguro que has notado que muchas veces estás pensando en lo que tienes que hacer, o en un compromiso de las próximas horas o días, que en lo que estás haciendo en ese momento. Eso casi siempre nos impide disfrutar del instante presente. Y lo malo de eso es que así es fácil que después nos arrepintamos por no haber vivido con intensidad ciertos momentos verdaderamente importantes, por ejemplo con amigos o familiares.

Slow life: valora el momento con Bebé

Ralentizar nuestra forma de vida no significa vivir menos experiencias. Al revés, significa precisamente aprender a valorar los momentos únicos. Como por ejemplo, el desayuno. Es cierto que a primera hora de la mañana siempre sentimos la llamada del deber, la prisa, en una palabra. Pero no es menos verdad que no podemos renunciar al desayuno, la comida más importante del día. Y más aún por lo que significa. Pasar un momento en familia antes de una dura jornada. Es una joya ese instante en el que el tiempo parece detenerse. No lo perdamos nunca.

Nuestros productos están hechos con esa filosofía. Desde 1875, cuando comenzó Bebé, han podido cambiar muchas cosas. Es verdad que el mundo es diferente. Pero hay muchos aspectos que permanecen. Como la sabiduría y el cariño. Lo bien hecho, con cuidado, esmero y tiempo. A nosotros nos gusta llamarle mimo y es así como hacemos las  Confituras, compotas, Bebe 0% y Cocina de autor. Sabores de toda la vida que perduran y nos hacen disfrutar el momento. Es un valor casi mágico hoy en día.

Planificar bien el día, dedicar tiempo a la meditación y relajarnos, evitar la “multitarea” o comer de forma más sana son parte de este estilo de vida pausado. Como también lo es disfrutar de lo natural. Y es que demasiadas veces pasamos por alto lo más sencillo. Aquello que siempre ha estado ahí, ofreciéndonos un sosiego y una paz preciosos. O una vuelta a lo que siempre permanece. Puede ser un paraje natural o también un bocado con el sabor de toda la vida que nos evoque el mayor de los cariños.