La de las meriendas, como tantas otras buenas costumbres, no debe perderse. ¿Y es que acaso está en peligro de desaparecer ese momento a media tarde en el que nos detenemos un momento para picar algo? Pues puede haber alguna razón para sospechar que sí, como veremos a continuación. De lo que estamos seguros en Bebé es que vamos a defender, como siempre hemos hecho, el derecho a disfrutar. Tu derecho a disfrutar como siempre lo has hecho.
El mundo va cada vez más deprisa. O eso al menos sentimos. Parece que todo se ha acelerado en los últimos tiempos. Desde por la mañana, lo notamos. A veces, ni nos detenemos a sentarnos a desayunar porque apremia el tiempo para irnos al trabajo o a la escuela. Después, a la hora del almuerzo no son pocos los días en los que picamos algo de forma apresurada, a veces incluso delante mismo del ordenador con el que trabajamos. Y, para terminar el día, cenamos algo en casa de forma improvisada antes de irnos a descansar para poder afrontar una nueva y exigente jornada.
No hace falta pensar mucho para darse cuenta de que en esos días, por el camino, hemos abandonado la buena costumbre de las meriendas. Haz memoria. Piensa en esos ratos largos de nuestra infancia. Cuando el mundo parecía detenerse en ese momento mágico de un día que avanza pero que todavía no ha terminado, al que le faltan horas por disfrutar. Esos instantes de felicidad en los que acompañar los juegos inocentes con un bocado. Es decir, el maravilloso momento de la merienda.
Recupera las meriendas con Bebé, recupera tu tiempo
Desde Bebé te invitamos a recuperar las meriendas. Creemos que eso significa, en parte, volver a tomar las riendas de nuestro tiempo, es decir, de nuestras vidas. Aprovechar al máximo esos pequeños ratos de placer, esa pausa cotidiana que incluso puede ser compartida con aquellos a quienes queremos y nos quieren. Y es que no podía ser de otra manera. Desde 1875 cultivamos tradiciones y desde hace 90 años elaboramos confituras, frutas en almíbar y compotas respetando la receta de siempre sin renunciar a los últimos avances tecnológicos.
Nuestros productos están hechos con el mayor de los cariños. Y son ideales para disfrutar en cualquier momento del día. Pero algo mágico sucede cuando entramos en esa fase del día en la que cuando éramos niños merendábamos. De pronto, puede que nos alcance el recuerdo de ese tiempo en el que éramos más felices porque todo parecía más sencillo. La buena noticia es que hay solución a esa nostalgia repentina y es tan sencillo como volver a la esencia de las cosas bien hechas, a las costumbres bonitas como es la de merendar.
Con las confituras, fruta en almíbar y compotas de Bebé defender la merienda es más fácil que nunca. Son tan irresistibles que lo difícil será renunciar a ese momento, que volverá a convertirse en un clásico de tus días. Porque hay que mantener los buenos hábitos que nos ayudan a que todo sea más llevadero y a veces es más que necesaria esa pequeña pausa para poder seguir afrontando todos los retos de la vida.