Quédate con el nombre: ciruela Claudia. Pero, antes de nada, queremos contarte algo. En Bebé queremos conservar el cuidado de siempre a la hora de seleccionar nuestra materia prima y de fabricar nuestros productos. Queremos ser fieles a las cosas bien hechas, a eso que en ocasiones podemos llamar tradición o cocina de toda la vida, y que en esta casa resumimos con una palabra muy corta pero llena de significado: mimo.

Mimar nuestras confituras no es una afirmación como para tomar a la ligera. Tiene muchas implicaciones. Para empezar, nuestros ingredientes están seleccionados con el mayor de los esmeros. Para nuestras confituras y untables 0% usamos las mejores frutas, para que te sepan como siempre y a la vez como nunca. Es por eso que abrir uno de los tarros de Bebé es comenzar un viaje por nuestros cinco sentidos. Toda una experiencia única que nos trae recuerdos y a la vez nos conecta con el presente porque nos hace valorar lo que estamos viviendo en este mismo instante.

Esto se nota en cuanto damos un mordisco y saboreamos la intensidad de la fruta. Ella es la auténtica protagonista de nuestras clásicas confituras con una alta concentración de fruta. Su calidad la hace ideal para disfrutar de esos preciosos ratos en familia como son los desayunos o las meriendas. Pero no es la única cualidad que explica por qué es tan especial la compañía de Bebé en tu mesa.

Conócelas por su nombre: ciruela Claudia

En Bebé queremos cuidar tanto de nuestro producto que no es suficiente con que las frutas sean aquellas de la mejor calidad. Hemos decidido llamarlas por su nombre porque lo tienen. Por eso poseen tanta personalidad y un sabor intransferible. La gran mayoría de ellas ya te sonarán de todo el tiempo (generaciones quizá) que lleváis en casa depositando vuestra confianza en Bebé. Pero ahora vas a conocerlas mejor, porque puedes llamarlas por su nombre. Veamos cuáles son algunas de ellas.

Nuestras fresas son fresas de abril, conocidas por su carne firme y su sabor dulce. Los melocotones son de la variedad Catherine, de textura suave y delicada. Los arándanos Rocío son los más jugosos, ideales para nuestra mermelada. El sabor intenso y característico de las naranjas amargas es el que le da el punto mágico a nuestros productos. El albaricoque Bulida, las frambuesas Adelita o los higos variedad Cuello de Dama son otros de los protagonistas con nombre propio en Bebé.

Y nos hemos dejado para el final, por su importancia, a una pieza muy especial para esta casa: la ciruela Claudia. La conocerás, además de por su sabor, por su forma ovalada y su generoso tamaño. Su piel oscila entre el verde, el amarillo y el morado, pero su pulpa, bien amarilla o bien rojiza, es bien carnosa, perfecta para conseguir confituras como la de Bebé. Además, tienen un aporte nutritivo excelente para nuestro cuerpo. Y su gusto refrescante la convertirá en una de tus fijas especialmente en las mañanas de primavera o verano. Así que ya lo sabes, quédate con su nombre, ciruela Claudia, porque va a dar que hablar.