La cocina de la abuela es una de esas expresiones cargadas de significado. Y mucho más, podemos decir, en estos días. Justo cuando el mundo parece dejar atrás las tradiciones, las costumbres y las cosas bien hechas, necesitamos más que nunca las cosas bien hechas. Lo artesanal, aquello que lleva tiempo y, sobre todo, cariño llevar a cabo. Si lo aplicamos a la cocina, significa llevar esta un paso más allá de la mera alimentación. Convertirla en arte. Y en cuidado hacia nosotros mismos y hacia la gente que nos importa.

Echamos de menos poner el freno para vivir el presente. Gozar de esos pequeños momentos que al final son los que realmente importan. La comida nos trae muchos de esos instantes. Piensa cuántas veces las reuniones más importantes con las personas a las que quieres, y que te quieren, se han desarrollado alrededor de una mesa llena de alimentos. La comida nos acompaña en esos momentos de grandes revelaciones, abrazos, sonrisas e ilusiones que van construyendo nuestro camino en la vida.

En Bebé nos basamos en la cocina de la abuela. En todas esas recetas que han pasado de una generación a la siguiente a través de las décadas. Todo ese tiempo y cuidado dedicado a la cocina tratando siempre de mejorar sin la presión de la perfección. Porque muchas veces lo más importante de aquello que nos llevamos a la boca no aparece en una receta escrita. Se trata de algo difícil de apuntar en un papel, pero a la vez mucho más importante que un simple ingrediente.

El misterio detrás de la cocina de la abuela

La cocina de la abuela ha llenado siempre nuestros días. Ya desde el inicio de la jornada, cuando toca hacer la primera comida, esa que dicen -y es verdad- que es la más importante porque nos da energías para todo lo que venga. El almuerzo, que ha sido siempre el territorio por excelencia de la cocina de la abuela. Con una variedad infinita y sin rival de guisos, platos, sopas, cremas, ensaladas, acompañamientos o soluciones de última hora o de aprovechamiento de alimentos. O las cenas, en las que vuelve a brillar la mano experta en los fogones.

Nuestras confituras, compotas, untables 0% están concebidas y hechas respetando y siguiendo la tradición de esta cocina. Primero, con la selección de los ingredientes naturales óptimos y continuando con un proceso artesanal de fabricación que rinde homenaje a una sabiduría que hunde sus raíces en el tiempo. Por eso, cada vez que saboreas uno de los productos Bebé es como un viaje interior de recuerdos y sensaciones, como si estuvieras probando por primera vez algo único.

Puede que te estés preguntando cuál es el gran secreto que se esconde tras la cocina de la abuela. Es normal. Todos queremos conocer los grandes misterios de la vida. La respuesta es sencilla. Y se puede resumir en una sola palabra. Mimo. Es esa mezcla de esmero, paciencia y cariño dedicado a hacer las cosas bien para cuidar de los nuestros. Y esa es también la seña de identidad de Bebé. Lo hacemos todo con mimo para que tú solo tengas que ocuparte de sentarte, relajarte y disfrutar de todo lo bueno que te mereces.