Por qué el desayuno sigue siendo la comida más importante

Por qué el desayuno sigue siendo la comida más importante

Lo hemos escuchado muchas veces: el desayuno es la comida más importante del día. A veces en boca de nuestros abuelos o de nuestros padres, dándonos una de esas enseñanzas fundamentales de la vida. Y es que la sabiduría tradicional y popular siempre ha mirado con atención a algo tan crucial como es la alimentación, nuestro día a día y, en el fondo, el hecho de sentirnos bien. Son ese bienestar y esa energía que cogemos a primera hora de la mañana los que nos empujan a llevar una vida más activa y plena.

En Bebé siempre hemos tenido muy en cuenta el desayuno. Pero mucho. Tanto, que nos hemos ganado gozar de tu confianza durante generaciones. Y, desde hace tanto tiempo que se pierde en la memoria, estar presentes en la hora de tu primera comida del día. A ese honor de acompañarte en un momento tan importante, seguimos respondiendo con lo mejor que sabemos hacer: cuidar al máximo lo que ponemos en tu mano. A ese cariño y profesionalidad le llamamos “mimo”.

Mimamos al máximo la sección de la fruta, que además no es una fruta más. Nuestra materia prima tiene nombre propio. La fresa de abril, la ciruela Claudia o la frambuesa Adelita te resultarán, si no lo son ya, cada vez más familiares. Al cocerlas de forma lenta, suave, con mimo, la fruta conserva toda su esencia. Y su personalidad propia se nota en un sabor muy especial, intransferible. Una virtud que logrará algo mágico: que tus desayunos sepan como siempre pero a la vez más buenos que nunca.

Defender el desayuno es defender el mimo y la alegría

El desayuno es de esas cosas “más grandes que la vida”. Y por eso no se limita solo a las mermeladas y confituras más clásicas. Porque otra de nuestras señas de identidad es hacer camino contigo. Y eso quiere decir acompañarte, estar en movimiento. Un día puedes querer desayunar una tradicional mermelada de fresa y otro apetecerte melocotón en almíbar o algo más dulce como nuestra mermelada de cabello de ángel: ¡cuidado que engancha!

Y quizá una mañana quieras experimentar con un brunch casero. Ya sabes, esa mezcla entre desayuno y almuerzo que está tan de moda y que mezcla el dulce con el salado. Con el pimiento de piquillo confitado no va a haber mesa que se te resista. Si te está sonando a “fin de semana”, es cierto: es en esos días, o en vacaciones, cuando tenemos más tiempo para disfrutar con los nuestros y el desayuno es un momento clave para ello. Pero en Bebé queremos volver a reivindicar el desayuno para defender la alegría en nuestras vidas todos los días.

Porque, si nos lo proponemos, podemos sacar tiempo para compartir ese momento mágico de la mañana a diario. Aunque sean unos minutos, afrontaremos el día de mejor humor, sintiendo el cariño de los nuestros. Bebé quiere formar parte de esa ceremonia tan importante. Llevamos desde 1875 llevando por bandera el amor por las cosas bien hechas y, si algo caracteriza al desayuno de siempre, de toda la vida, es ese momento de cariño compartido en casa.